domingo, 28 de agosto de 2016

Qué es el bio-hormigón, el material que se repara a sí mismo

Lo creó un científico holandés; usa unas bacterias dentro de la mezcla para tapar fisuras; podría revolucionar la arquitectura



La idea suena tan atractiva como la ciencia ficción: edificios que cierran sus propias grietas como si se tratara de un ser vivo sanando sus heridas. Para el científico holandés Henk Jonkers, este proyecto que suena fantástico, digamos que es una realidad bastante concreta.

En la Universidad Técnica de Delft, en los Países Bajos, han desarrollado el bio-hormigón (o bio-concreto, como también se lo llama), un material que literalmente está vivo y que puede regenerar el desgaste de las edificaciones.

"Nuestro hormigón va a revolucionar la forma en que construimos, porque estamos inspirados por la naturaleza", señaló Jonkers cuando fue nominado al premio mejor inventor europeo en 2015.

Pero más que inspirado en la naturaleza, el bio-hormigón está compuesto por ella. Las extraordinarias propiedades de este material se deben a unos seres diminutos: las bacterias.

Para preparar bio-hormigón se mezcla el concreto tradicional con cepas de la bacteria Bacillus Pseudofirmus, que en estado natural pueden habitar incluso en ambientes tan hostiles como cráteres de volcanes activos. "Lo increíble de estas bacterias es que forman esporas y pueden sobrevivir por más de 200 años en el edificio", explica Jonkers. A esa mezcla se añade lactato de calcio, que es lo que las bacterias comen, y el bio-hormigón está listo.

Es así como uno de los seres más diminutos del planeta puede ser parte fundamental de las construcciones más imponentes que el hombre pueda diseñar.



Tres semanas de curación

Cuando se forman grietas en las edificaciones construidas con este material, las bacterias que habitan en él quedan expuestas a los elementos, principalmente el agua. La humedad que penetra las fisuras "despierta" a los microorganismos que comienzan a alimentarse del lactato de calcio y como producto final de su digestión secretan piedra caliza. Este material sella las fisuras en el bio-hormigón en un periodo tan breve como tres semanas.

"No hay límite para el largo de la grieta que nuestro material puede reparar. Desde centímetros a kilómetros", apunta Henk Jonkers. Para el ancho, sin embargo, sí hay límite: Las grietas no deben tener una amplitud mayor a 8 milímetros.

Pese a ello, el bio-hormigón puede ahorrar miles de millones de dólares en el mantenimiento de estructuras tan variadas como edificios, puentes o represas. Según HealCon, la organización que quiere promover el uso de nuevo material, sólo en Europa se gastan al año US$ 6800 millones en reparar construcciones debilitadas.

En América Latina

Como parte de las evaluaciones a las que se somete al bio-hormigón, Henk Jonkers informó que se ha utilizado este material para construir canales de irrigación en Ecuador, un país altamente sísmico.

"Aunque puede ser más caro que el hormigón tradicional, pronto se nota el beneficio económico porque ahorra en costos de mantenimiento", señaló el científico al diario inglés The Guardian.
Pero también viejos edificios surcados por grietas, de esos que abundan en América Latina y que corren el riesgo de desplomarse hasta con los temblores más leves, podrían tener una esperanza.
La Universidad Técnica de Delft tiene en el mercado un spray, hecho sobre la base del mismo principio, que puede aplicarse directamente a pequeñas grietas. Aunque la idea de un edificio que se repara sólo resulta fascinante, el bio-hormigón aún debe de superar la prueba más dura: el mercado.

El costo del nuevo producto puede ser prohibitivo para grandes proyectos de infraestructura.
Según el diario The Guardian, mientras el metro cúbico de hormigón tradicional puede costar algo menos de US$ 80, el nuevo material supera los US$ 110. Esa es la principal brecha que el bio-hormigón debe de cerrar.


Material obtenido de:

martes, 23 de agosto de 2016

Actividad para la unidad ESTRUCTURA BÁSICA DE LA CÉLULA

Repasar e integrar lo visto en clases mediante los siguientes enlaces, además de los libros consultados en la escuela.

  1. ¿Cómo es una célula? 
  2. Comparar la célula procariota con la eucariota. ¿qué tienen en común y qué estructura las diferencian?
  3. Describir el ciclo celular
  4. Explicar fisión binaria
  5. Comparar mitosis y meiosis
  6. Leer el texto "Encuentran el esperma animal más antiguo del mundo en la Antártida" y relacionar los temas vistos en el recorrido del año escolar

lunes, 22 de agosto de 2016

Lluvia ácida



¿Sabes qué es la Lluvia ácida y de qué forma afecta al Medio Ambiente?
Fotografía de David Woodfall y Getty Images


El concepto de lluvia ácida engloba cualquier forma de precipitación que presente elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico. También puede mostrarse en forma de nieve, niebla y partículas de material seco que se posan sobre la Tierra.

La capa vegetal en descomposición y los volcanes en erupción liberan algunos químicos a la atmósfera que pueden originar lluvia ácida, pero la mayor parte de estas precipitaciones son el resultado de la acción humana. El mayor culpable de este fenómeno es la quema de combustibles fósiles procedentes de plantas de carbón generadoras de electricidad, las fábricas y los escapes de automóviles.

Cuando el ser humano quema combustibles fósiles, libera dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) a la atmósfera. Estos gases químicos reaccionan con el agua, el oxígeno y otras sustancias para formar soluciones diluidas de ácido nítrico y sulfúrico. Los vientos propagan estas soluciones acídicas en la atmósfera a través de cientos de kilómetros. Cuando la lluvia ácida alcanza la Tierra, fluye a través de la superficie mezclada con el agua residual y entra en los acuíferos y suelos de cultivo.

La lluvia ácida tiene muchas consecuencias nocivas para el entorno, pero sin lugar a dudas, el efecto de mayor insidia -disimulado para perjudicar- lo tiene sobre los lagos, ríos, arroyos, pantanos y otros medios acuáticos. La lluvia ácida eleva el nivel acídico en los acuíferos, lo que posibilita la absorción de aluminio que se transfiere, a su vez, desde las tierras de labranza a los lagos y ríos. Esta combinación incrementa la toxicidad de las aguas para los cangrejos de río, mejillones, peces y otros animales acuáticos.

Algunas especies pueden tolerar las aguas acídicas mejor que otras. Sin embargo, en un ecosistema interconectado, lo que afecta a algunas especies, con el tiempo acaba afectando a muchas más a través de la cadena alimentaria, incluso a especies no acuáticas como los pájaros.

La lluvia ácida también contamina selvas y bosques, especialmente los situados a mayor altitud. Esta precipitación nociva roba los nutrientes esenciales del suelo a la vez que libera aluminio, lo que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles. Los ácidos también dañan las agujas de las coníferas y las hojas de los árboles.

Los efectos de la lluvia ácida, en combinación con otros agentes agresivos para el medioambiente, reduce la resistencia de los árboles y plantas a las bajas temperaturas, la acción de insectos y las enfermedades. Los contaminantes también pueden inhibir la capacidad arbórea de reproducirse. Algunas tierras tienen una mayor capacidad que otras para neutralizar los ácidos. En aquellas áreas en las que la «capacidad amortiguadora» del suelo es menor, los efectos nocivos de la lluvia ácida son significativamente mayores.

La única forma de luchar contra la lluvia ácida es reducir las emisiones de los contaminantes que la originan. Esto significa disminuir el consumo de combustibles fósiles. Muchos gobiernos han intentando frenar las emisiones mediante la limpieza de chimeneas industriales y la promoción de combustibles alternativos. Estos esfuerzos han obtenido resultados ambivalentes. Si pudiéramos detener la lluvia ácida hoy mismo, tendrían que transcurrir muchos años para que los terribles efectos que ésta genera desaparecieran.

El hombre puede prevenir la lluvia ácida mediante el ahorro de energía. Mientras menos electricidad se consuma en los hogares, menos químicos emitirán las centrales. Los automóviles también consumen ingentes cantidades de combustible fósil, por lo que los motoristas pueden reducir las emisiones nocivas al usar el transporte público, vehículos con alta ocupación, bicicletas o caminar siempre que sea posible.

Fuente: 
Recomiendo leer, escuchar y mirar: 
  • La Nación (27 de agosto de 2007), Lluvia ácida sobre Buenos Aires, recuperado de http://www.lanacion.com.ar/938181-lluvia-acida-sobre-buenos-aires
  • Ferreira Sandra (9 de enero de 2012), Lluvia ácida - Recursos educ.ar[archivo infografía animada], recuperado de https://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=20103&referente=docentes 


fisicayquimicavideos (9 de junio de 2008), Lluvia ácida, [archivo de video]. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=hfGx8pF4Rhg